Por Peter Panfil | Vicepresidente global de Potencia en Vertiv.
En nuestro informe de clasificación de las industrias más críticas del mundo, los servicios en la nube y de coubicación ocuparon el quinto puesto, justo detrás de industrias bien consolidadas como los servicios públicos, el transporte público, las telecomunicaciones y la producción de petróleo y gas. Si realizáramos el mismo análisis dentro de dos años, los servicios en la nube y de coubicación ocuparían un puesto mucho más alto.
Para una persona ajena al mercado de los centros de datos, la criticidad de las industrias con una clasificación superior a la de los servicios en la nube y de coubicación parece obvia. Por ejemplo, las caídas de las instalaciones en la industria de los servicios públicos literalmente pueden paralizar a la sociedad y poner en peligro la salud humana, como ocurrió en Puerto Rico tras el paso del huracán María.
Asimismo, el transporte público (aéreo y ferroviario), las telecomunicaciones y la producción de petróleo y gas se han consolidado durante un largo período de tiempo a medida que las industrias se han convertido en parte integral de nuestra economía y forma de vida. Las interrupciones en estas industrias fundamentales generan un efecto dominó, el cual puede extenderse a la sociedad y tener serias consecuencias.
¿Podría suceder lo mismo con la computación en la nube y las coubicaciones en unos cuantos años?
En gran medida, la respuesta a esta pregunta es afirmativa. Con una velocidad vertiginosa, los últimos años han sido testigos del surgimiento de la computación en la nube y las coubicaciones como la columna vertebral de la economía digital. Considere los siguientes puntos de datos:
De acuerdo con los datos de monitoreo de Okta, una compañía de seguridad en la nube, actualmente las compañías tienen en promedio 16 aplicaciones en la nube para apoyar sus actividades comerciales.
Gartner estimó el crecimiento de los servicios en la nube para el 2017 en un 18%, con el mayor crecimiento en los servicios de infraestructura de sistemas en la nube (un 36,8%) y los servicios de aplicaciones en la nube (un 20,1%). Esto obedece al aumento explosivo de los servicios en la nube y de coubicación de los pasados tres años.
Además de su importancia para apoyar los procesos y usos comerciales consolidados, la computación en la nube y las coubicaciones jugarán un papel importante en las tendencias transformativas emergentes, como las ciudades inteligentes y el Internet de las Cosas.
Por supuesto, la “nube” es en realidad solo un centro de datos físico o una red de centros de datos con un objetivo específico. Este objetivo coloca la computación en la nube y las coubicaciones por encina de otras industrias dependientes de los centros de datos en nuestra clasificación.
Por ejemplo, los servicios financieros y el comercio electrónico alcanzaron puntajes altos en varios criterios utilizados en la clasificación, pero ninguno tuvo un puntaje suficientemente alto para figurar en nuestra lista de las ocho industrias más críticas. Las caídas en estas industrias críticas no fueron consideradas de largo alcance potencial como ocurre con las interrupciones en la computación en la nube y las coubicaciones. La interdependencia entre la computación en la nube y las coubicaciones y las empresas e individuos que apoyan aumenta las consecuencias potenciales de una interrupción. Puede conocer más sobre cómo fueron evaluadas las industrias en el informe completo.
Además, no solo está aumentando la criticidad de los centros de datos en la nube y de las coubicaciones, sino también su influencia en el mercado de los centros de datos.
Más importante aún, estos les ofrecen a los operadores de los centros de datos una nueva opción, la cual les permite expandir su capacidad y agregar aplicaciones más rápidamente. Gracias a la posibilidad de “subcontratar” los recursos de un centro de datos a un proveedor de computación en la nube o coubicación, muchas empresas ahora cuentan con la agilidad para adaptarse mejor a los cambios en los procesos comerciales, los mercados y la tecnología. Esto ha creado un cambio fundamental en la economía relacionada con la manera de gestionar la capacidad de los centros de datos.
Los proveedores de computación en la nube o coubicación también han dejado su marca en las arquitecturas y la tecnología de los centros de datos. Con un modelo de negocios que exige la eficiencia del capital para seguir siendo competitivos y tener una alta disponibilidad para garantizar la lealtad, los proveedores de computación en la nube o coubicación han sido determinantes en los avances tecnológicos para poder cumplir con los contratos de nivel de servicio al menor costo posible.
Los proveedores de servicios estuvieron entre quienes adoptaron por primera vez las arquitecturas de energía de reserva, las cuales alcanzan niveles de disponibilidad similares a las arquitecturas 2N con una menor inversión de capital, mayores tasas de utilización y una mayor escalabilidad. También ayudaron a fomentar la adopción de los sistemas de economización, los cuales utilizan el aire exterior para optimizar la eficiencia a la hora de eliminar el calor, y los sistemas de gestión de la infraestructura del centro de datos (DCIM), los cuales ofrecen visibilidad de la utilización y ubicación de los activos.
A medida que seguimos por el camino de la digitalización, la computación en la nube y las coubicaciones aumentarán su importancia y serán cada vez más críticas. No es difícil imaginar que estos servicios se vuelvan tan importantes en muchas áreas y se conviertan en los otros “servicios públicos”, de los cuales dependeremos cada día. Además, los proveedores de servicios continuarán invirtiendo en sistemas de infraestructura, los cuales no solo ofrecerán mayores niveles de disponibilidad sino también la eficiencia operativa necesaria para mantener la rentabilidad. A medida que lo hacen, irán más allá de la eficiencia de los centros de datos actuales y esto beneficiará a todo el mercado.